En medio de crecientes señales de desaceleración en la economía estadounidense, el presidente Donald Trump defendió su estrategia económica, particularmente su política arancelaria, y minimizó el riesgo de una recesión. En entrevista exclusiva con el programa Meet the Press de NBC, el mandatario atribuyó los indicadores positivos a su gestión y responsabilizó a su antecesor, Joe Biden, de los resultados negativos.
«La parte buena es mérito de mi economía, y lo malo viene de la economía de Biden», afirmó Trump ante la pregunta de cuándo asumiría plena responsabilidad por los datos actuales. Aunque reconoció que el crecimiento «se ha desacelerado», insistió en que «todo puede pasar» y que «nos irá fantásticamente bien», en referencia al futuro económico del país. “En última instancia asumiré toda la responsabilidad, pero solo llevo algo más de tres meses en el cargo”, puntualizó.
La entrevista se emitió el domingo 4 de mayo, al cierre de una semana marcada por cifras económicas dispares: el PIB del primer trimestre cayó un 0,3% en términos anuales, la primera contracción en tres años, mientras que el mercado laboral superó las expectativas con la creación de 177.000 empleos en abril, aunque por debajo de los 185.000 registrados en marzo.
En contraste, la Bolsa de Nueva York ha sufrido fuertes caídas durante los primeros 100 días del nuevo gobierno. El S&P 500 y el Dow Jones acumulan pérdidas que han borrado más del 200% del valor de mercado en sectores sensibles a los aranceles, marcando un retroceso no visto desde la crisis financiera de 2008.
A pesar de ello, algunos indicadores ofrecen señales de resiliencia. La inflación se mantuvo controlada, con una tasa anual de 2,4% en marzo, apenas por encima del objetivo de la Reserva Federal. Además, el desempleo se ubicó en 4,2%, cifra que Trump calificó como prueba de la solidez de la economía bajo su liderazgo: “Eso no es herencia de Biden. Eso es resultado de mis políticas”.
Trump también renovó sus críticas a la Reserva Federal, exigiendo nuevamente una reducción de las tasas de interés para estimular el crecimiento y contrarrestar la volatilidad del mercado.