La administración de Donald Trump revocó el Estatus de Protección Temporal (TPS) a 250.000 venezolanos —que se suman a otros 320.000 previamente afectados—, dejándolos sin permiso de residencia ni trabajo en Estados Unidos desde la medianoche del 7 de noviembre. Es la primera vez en 35 años que una administración elimina por completo el TPS para una nacionalidad.
La medida, que revierte la política de acogida de Joe Biden, deja a cientos de miles de migrantes expuestos a la deportación. “No podemos regresar a Venezuela, allá ya no queda nada”, dijo a EFE Oriana, una madre venezolana de 38 años que ahora teme vivir en la clandestinidad.
El abogado de inmigración Fernando Romo explicó que quienes tenían órdenes previas de deportación serán los primeros en ser buscados por el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE). Algunos aún podrían solicitar asilo o visas especiales, aunque son procesos complejos.
Henrique Capriles calificó la decisión de “injusta” y advirtió que “obliga a miles de familias a volver sin garantías de libertad ni condiciones dignas”.
El TPS fue otorgado a los venezolanos en 2021 por Biden y ampliado en 2023, beneficiando a más de 600.000 personas que huían de la crisis en su país. Pero Trump, al asumir el cargo, anuló la prórroga alegando que Venezuela ya “no cumple los requisitos estatutarios”.
Tras meses de litigios, la Corte Suprema validó la decisión, marcando el mayor retroceso en la historia del programa humanitario. Desde ahora, más de medio millón de venezolanos quedan en riesgo de detención o deportación inmediata.
Con información de EFE, Reuters y AP.