El gobierno sirio, liderado por el islamista Ahmed al-Sharaa, anunció su disposición a negociar con Israel bajo mediación estadounidense, reactivando el acuerdo de retirada de 1974 en los Altos del Golán. Este gesto marca un giro diplomático inesperado tras décadas de hostilidad, aunque los desafíos territoriales y políticos dificultan una paz inmediata.

En un comunicado tras conversar con el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, el canciller sirio Asaad al-Shaibani expresó su intención de cooperar para restaurar el acuerdo que, tras la guerra de 1973, estableció una zona de separación vigilada por la ONU. Poco antes, su par israelí, Gideon Saar, había manifestado interés en normalizar relaciones con Siria y Líbano, sin ceder sobre la soberanía de los Altos del Golán, anexionados en 1981.

El embajador estadounidense en Turquía y enviado para Siria, Thomas J. Barrack, confirmó que ambas partes participan en “conversaciones significativas” para estabilizar su frontera. Sin embargo, expertos como Farid Karhhat advierten que un tratado de paz sería improbable sin la devolución del Golán, algo que Israel rechaza.

Condiciones regionales y obstáculos clave

La nueva iniciativa enfrenta varios obstáculos. Arabia Saudita, actor clave en el mundo sunita, ha condicionado cualquier normalización con Israel al reconocimiento del Estado palestino y al alto el fuego permanente en Gaza. El príncipe Faisal bin Farhan reiteró esta exigencia, en línea con la propuesta de tregua de 60 días impulsada por Donald Trump y aceptada preliminarmente por Hamás.

Líbano, por su parte, mantiene reclamos territoriales sobre las Granjas de Shebaa, ocupadas por Israel, y desconfía de una paz duradera tras los enfrentamientos recientes con Hezbolá.

Un golpe a la influencia de Irán

La posible aproximación entre Siria e Israel también implica un debilitamiento del eje Teherán-Damasco. Con el derrocamiento de Bashar al-Assad en 2024 y la llegada de al-Sharaa, la presencia iraní en Siria ha perdido fuerza. “Irán pierde su corredor hacia Hezbolá, lo que reduce su capacidad de influencia regional”, señala Karhhat.

La devastación de la guerra civil ha cambiado las prioridades sirias. Según el profesor Fernando Wilson, “la población está dispuesta a aceptar cualquier forma de paz si se mantiene la dignidad y estabilidad interna”.

Trump, la normalización y el Nobel

Donald Trump, que ya promovió los Acuerdos de Abraham durante su primer mandato, busca consolidar una nueva ola de normalizaciones. En mayo, se reunió con al-Sharaa en Arabia Saudita y anunció el levantamiento de sanciones a Siria, en un intento por sumar a Damasco a los países que ya establecieron relaciones con Israel en 2020.

Sin embargo, la cuestión del Golán sigue siendo un punto de fricción que limita la posibilidad de un tratado formal de paz. Para Wilson, más que acuerdos de paz al estilo de Oslo, lo que se está viendo es un “realineamiento regional”, en el que los países árabes buscan acercarse a Israel como contrapeso a un Irán debilitado.

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