Donald Trump regresó a la Casa Blanca con la promesa de transformar la política migratoria de manera radical. Entre las medidas destacan redadas que resultaron en 956 arrestos en un día, el intento de eliminar el derecho a la ciudadanía por nacimiento y la reactivación del programa ‘Quédate en México’. Grupos de derechos humanos alertan consecuencias devastadoras. ¿Qué ha cambiado en materia migratoria en EE. UU. desde la juramentación de Trump? ¿Qué está en juego? Lo explicamos.

Hace poco más de una semana el recién posesionado presidente de Estados Unidos se sentó frente a su escritorio. Mientras, un funcionario le pasaba una a una las órdenes ejecutivas que Donald Trump tenía como la apertura de un nuevo capítulo del país bajo su liderazgo.

Un gran número de enmiendas tenían una sola protagonista: la inmigración irregular. El presidente prometió cambiar la situación en esa materia con respecto a la forma en que su predecesor la había gestionado. Entonces, el republicano firmó una decena de órdenes radicales para “acabar” con el flujo migratorio hacia territorio estadounidense.

En paralelo, organizaciones protectoras de los derechos humanos lanzaron alertas sobre estas decisiones. Algunas fueron catalogadas de inconstitucionales, otras ya enfrentan recursos en tribunales, mientras que varias han entrado en funcionamiento. Si bien el alcance aún está por verse, lo cierto es que estas afectarán a millones de migrantes en los cuatro años que Trump ocupará la Casa Blanca. ¿Qué ha cambiado y qué está en juego?

1. El intento por eliminar el derecho de ciudadanía por nacimiento

Una de las órdenes más radicales es aquella que declara que los hijos de migrantes irregulares nacidos en EE. UU. ya no tendrían derecho a obtener la nacionalidad. Según la enmienda, esto también aplicaría para los hijos de padres con visas temporales.

Este principio se encuentra garantizado por la Decimocuarta Enmienda de la Constitución del país. «Todas las personas nacidas o naturalizadas en los Estados Unidos, y sujetas a su jurisdicción, son ciudadanos de los Estados Unidos y del estado en el que residen», señala.

Por esta razón, aún es difícil saber si esta prosperará. Al menos 18 estados —entre ellos California y Nueva York— demandaron la orden ejecutiva. El fiscal general de Nueva Jersey, Matthew J. Platkin, afirmó que se trata de una iniciativa “extraordinaria” y “extrema”.

“Los presidentes son poderosos, pero él no es un rey. No puede reescribir la Constitución de un plumazo”, añadió.

La Unión Americana de Libertades Civiles también anunció que demandó a la Administración Trump por esta enmienda.

«La ciudadanía por derecho de nacimiento encarna la promesa más fundamental de EE. UU.: que todos los niños nacidos en nuestro suelo como miembros plenos e iguales de nuestra comunidad nacional, independientemente del origen, el estatus o las circunstancias de sus paredes», afirmó la ACLU en el documento presentado.

La cruzada contra esta orden, considerada por muchos como inconstitucional, continúa. El pasado 24 de enero, John Coughenour, juez de distrito en Seattle, firmó una orden legislativa que bloquea por 14 días el ordenamiento de Donald Trump que daría fin al derecho de nacionalidad por nacimiento.

2. Redadas contra personas indocumentadas

El domingo posterior a la posesión de Trump se registró un número récord de arrestos a personas indocumentadas en un solo día. Según el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), se contabilizaron 956 arrestos y se presentaron 554 órdenes de detención. Se trata así del total más alto desde que la agencia comenzó a informarlos.

En Chicago se registró una de las redadas más feroces. Según declaró a ‘CNN’ Tom Homan, ‘zar de la frontera’ de la Casa Blanca, estas acciones marcaron un «punto de inflexión», ya que representan el esfuerzo más amplio del Gobierno para intensificar las deportaciones.

Justamente, ese operativo llamó la atención por tratarse de una de las ciudades “santuario” para los migrantes. El alcalde Brandon Johnson afirmó que la policía local no participó en el operativo.

De hecho, esta semana Trump también amenazó con procesar a los funcionarios estatales y locales que no colaboren con la ofensiva federal contra la migración, según dio a conocer un memorando del Departamento de Justicia.

Más allá del domingo, el ICE reportó un promedio de 710 arrestos desde el pasado jueves 23 de enero al lunes 27, como muestra ABC, es “un aumento con respecto al promedio diario de 311 en un período de 12 meses hasta septiembre bajo el presidente Joe Biden”.

Además, señala que “si esa tasa se mantiene, superaría la marca máxima anterior del ICE establecida en la administración Obama, cuando los arrestos diarios promediaron 636 en 2013”.

Estas redadas hacen eco a una de las prioridades expresadas por Trump, que es el arresto de las personas que se encuentren irregularmente en el país.

3. Deportaciones, ¿qué tan masivas?

«Se detendrá inmediatamente toda entrada ilegal, y comenzaremos el proceso de devolver a millones y millones de extranjeros criminales a los lugares de donde vinieron», amenazó Trump en su discurso de posesión.

Una afirmación que hizo eco a su promesa de campaña en la que prometió la “deportación masiva más grande” de la historia de Estados Unidos. Como primer paso hacia ese objetivo firmó órdenes ejecutivas en las que ampliaba los grupos de inmigrantes irregulares que podrían ser deportados por “vía rápida”.

Sin embargo, tal como muestra ‘CNN,’ Trump podría enfrentarse a un problema para alcanzar sus promesas. El medio cita a Doris Meissner, excomisionada del Servicio de Inmigración y Naturalización de Estados Unidos, quien asegura que “se necesitan enormes recursos (…) Se trata de un aumento significativo. Queda por ver si realmente se hará realidad o no”.

Además, hay otro factor que se suma a la ecuación y ha sido la respuesta de algunos países latinoamericanos a las deportaciones que se han dado desde que el republicano de 78 años asumió el cargo. Ese fue el caso de Colombia. El presidente Gustavo Petro se negó a recibir dos aviones con personas deportadas por Estados Unidos y desató un conflicto diplomático entre ambos países. En su resolución, finalmente Colombia tuvo que acceder a la llegada de los migrantes, aunque el Gobierno de Petro asegura que abogó por un trato digno en los siguientes vuelos.

Sin embargo, no ha sido solo Colombia, Brasil y México también han cuestionado los tratos que han recibido los migrantes deportados. Trump, por su parte, ha restado importancia a los cuestionamientos latinoamericanos y ha afirmado que “hará respetar” a Estados Unidos.

Existe otro precedente que cuestiona la magnitud de las deportaciones. Y es que no es Trump quien deportó a más personas durante su primera Administración. Según muestra ‘El Orden Mundial’, de hecho, fue el demócrata Barack Obama quien dio más órdenes de expulsión con “1,6 y 1,5 millones en su primer y segundo mandato, respectivamente, frente al 1,2 de Donald Trump”.

Aun así, el Departamento de Defensa dio a conocer que proporcionará aviones militares para deportar a más de 5.000 personas que han sido detenidas por la Patrulla Fronteriza en San Diego y El Paso, Texas.

4. Estado de emergencia nacional en la frontera sur

Durante su discurso, el presidente también informó que declararía la emergencia nacional en la frontera con México. «Enviaré tropas a la frontera sur para repeler la desastrosa invasión de nuestro país», sostuvo Trump. Posteriormente, firmó la medida.

Según muestra ‘The New York Times’, la medida le permite “desbloquear unilateralmente fondos federales para la construcción del muro fronterizo e incluso podría desplegar el Ejército y la Guardia Nacional en la frontera”.

En ese contexto, se están llamando a miles de tropas adicionales en servicio activo en la frontera sur de EE. UU. El pasado miércoles 22 de enero, el Pentágono anunció que iba a desplegar 1.500 soldados más a ese punto, algo que supondría cerca de un 60% más de tropas de las 2.500 que ya se encuentran en ese punto.

Los funcionarios de la Administración Trump señalan que se trata “solo del comienzo” y que luego se reforzarán las medidas.

Pero sobre este asunto también podrían presentarse algunos obstáculos. Una ley de 1878 prohíbe la participación de la aplicación de la ley civil. Es decir, no podrían ayudar en la detención y el transporte. Sin embargo, Trump podría invocar poderes especiales por la declaración de emergencia.

5. Otras medidas: CBP One, deshabilitado, y ‘Quédate en México’, restablecido

Trump ha ido más allá. Los primeros días del presidente en la Casa Blanca han estado marcados por otras medidas en términos de migración.

Una de ellas, es la desactivación de la aplicación CBP One. Se trata de una aplicación en la que los migrantes podían programar sus citas con agentes de patrulla fronteriza en Estados Unidos.

La aplicación se implementó durante el mandato de Joe Biden y buscaba ser una forma de agilizar y organizar los trámites migratorios.

Por otro lado, Trump parece querer borrar gran parte de las medidas adoptadas por Biden. Entre ellas, un programa que había implementado el expresidente que beneficiaba a migrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela para que pudieran entrar a Estados Unidos. Se calcula que más de medio millón de personas lograron llegar a territorio estadounidense.

Además, el nuevo mandatario restableció el polémico programa denominado como ‘Quédate en México’ en el que se estipulaba que los migrantes no mexicanos tenían que permanecer en ese país hasta que resolvieran sus solicitudes de asilo. Esta habría afectado a unas 71.000 personas durante el primer mandato de Trump.

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