La comunidad académica sigue en alerta frente al clima de tensión social y los riesgos que enfrentan estudiantes y trabajadores debido a los ataques contra buses extorsionados y los bloqueos de vías.
Este sábado 27 de septiembre, diversas universidades y centros de estudios —entre ellos la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), la Universidad Antonio Ruiz de Montoya (UARM), la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) y el Británico— suspendieron sus clases presenciales.
La medida responde al paro de 48 horas convocado por la Asociación Nacional de Conductores del Perú y a las movilizaciones de la llamada Generación Z, que se concentraron en la Plaza San Martín y otras zonas de Lima. Las protestas y bloqueos provocaron congestión en vías principales como la Panamericana Norte y los accesos a San Juan de Lurigancho, lo que llevó a varias instituciones educativas a migrar temporalmente a la modalidad virtual para reducir riesgos de traslado y exposición a posibles ataques.
Hasta el momento, el Ministerio de Educación (Minedu) no ha emitido un pronunciamiento sobre la continuidad de las clases presenciales el lunes 29 de septiembre. Tampoco existe información oficial de universidades o institutos respecto a una eventual extensión de la suspensión académica. Por ahora, la virtualidad se aplicará únicamente durante el sábado 27, aunque no se descarta que la medida se prolongue si persisten los bloqueos y movilizaciones.
Crisis de inseguridad en el transporte público
La situación se agrava en un contexto de creciente violencia contra el transporte público en Lima Metropolitana. Entre el 18 y el 26 de septiembre de 2025 se reportaron múltiples ataques extorsivos con saldo de muertos y heridos, incluidos pasajeros.
Un conductor fue asesinado cerca de la estación Naranjal del Metropolitano en Independencia, mientras que en Comas un chofer y su hija resultaron heridos tras un atentado. El 25 de septiembre, dos buses fueron baleados en San Juan de Lurigancho, dejando tres heridos, entre ellos un menor de 17 años.
De acuerdo con los registros de este año, más de 65 conductores han sido asesinados en atentados perpetrados por bandas dedicadas a la extorsión y al cobro de cupos. Esta ola de violencia golpea directamente a transportistas y usuarios, incluidos estudiantes y trabajadores que dependen del transporte público para llegar a sus centros de estudio y trabajo.