El avión que transportaba el domingo a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, a Bulgaria sufrió una interferencia en su sistema GPS que obligó a la tripulación a utilizar mapas de papel para aterrizar, informó el Financial Times. Bruselas y las autoridades búlgaras sospechan de un sabotaje ruso, pero Moscú rechaza cualquier implicación.
“Podemos confirmar que hubo interferencia GPS, pero el avión aterrizó sin problemas en Plovdiv”, declaró la portavoz de la UE, Arianna Podestà, quien atribuyó lo ocurrido a una “flagrante interferencia de Rusia”. La Autoridad de Aviación Civil de Bulgaria confirmó que se perdió la señal satelital durante la aproximación y que se recurrió a sistemas de respaldo.
El Kremlin calificó las acusaciones de “falsas e incorrectas”, mientras que expertos señalaron que las perturbaciones del GPS se han vuelto frecuentes en el espacio aéreo cercano a Rusia. La agencia AP ha contabilizado casi 80 incidentes similares en Europa, que funcionarios occidentales consideran “imprudentes”.
Von der Leyen, una de las críticas más firmes de Vladimir Putin por la invasión a Ucrania, se encuentra en una gira de cuatro días por países del flanco oriental de la UE, incluidos Lituania, Polonia, Rumanía y Bulgaria. “Este incidente subraya la urgencia de la misión que la presidenta está llevando a cabo”, subrayó Podestà.
Desde 2022, Occidente ha acusado a Rusia de múltiples actos hostiles, entre ellos sabotajes, ciberataques y la creciente manipulación de señales de navegación aérea, que incluyen tanto interferencias como suplantación de identidad satelital.
Con Reuters y AP