Los líderes de los 32 países miembros de la OTAN se reúnen este 24 y 25 de junio en La Haya, en una cumbre marcada por la presión para aumentar el gasto militar, la guerra en Ucrania y la creciente tensión entre Israel e Irán. A continuación, los principales ejes del encuentro:
1. Gasto militar: el 5% que divide a la Alianza
Uno de los temas más controvertidos es la exigencia del presidente estadounidense, Donald Trump, de que los países miembros eleven su gasto militar al 5% del PIB, muy por encima del objetivo actual del 2% fijado en 2014.
Varios gobiernos europeos consideran la propuesta desproporcionada. España ha logrado flexibilizar su compromiso tras negociaciones con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte. Bélgica también ha manifestado que no alcanzará ni el 3,5% que contempla el borrador de declaración final. En contraste, Alemania y Noruega apoyan el aumento.
2. Ucrania: ayuda sí, pero sin sesión formal
La guerra en Ucrania sigue siendo una prioridad. Rutte anunció que los aliados destinarán más de 35.000 millones de euros en ayuda militar a Kiev este año. Sin embargo, a diferencia de anteriores cumbres, no habrá una sesión formal con el presidente Volodímir Zelenski, aunque fue invitado a la cena oficial.
Desde que Trump volvió a la Casa Blanca, su postura ha sido más distante respecto a la defensa colectiva de Ucrania, lo que ha generado tensiones dentro de la Alianza.
3. Blindaje frente a Rusia
La OTAN avanza en su plan para desplegar hasta 300.000 tropas listas en 30 días como disuasión ante una posible expansión rusa más allá de Ucrania.
Alemania ya anunció el despliegue permanente de una brigada en Lituania hasta 2027. Por su parte, Finlandia, nuevo miembro de la Alianza, ha reforzado su vigilancia militar frente a las maniobras del Kremlin.
4. Escalada Israel-Irán: un tema no oficial pero ineludible
Aunque no figura en la agenda formal, el conflicto entre Israel e Irán, agravado por los ataques israelíes a instalaciones nucleares iraníes y la respuesta de Teherán, será inevitable en las discusiones.
Tras los bombardeos de Estados Unidos sobre territorio iraní, Rutte declaró que las acciones «no violaron el derecho internacional», en medio de intensos debates jurídicos sobre la legalidad de la ofensiva.