El jefe del Ejército israelí, Eyal Zamir, advirtió este 20 de junio que la población debe prepararse para una “campaña prolongada” en Irán, en medio de una escalada bélica que entra en su segunda semana. “Aunque hemos logrado avances, aún quedan días difíciles por delante”, afirmó tras una nueva oleada de ataques contra objetivos iraníes, incluidos centros nucleares y lanzadores de misiles.
En respuesta, Irán intensificó sus bombardeos y activó defensas aéreas. Según cifras oficiales, los ataques israelíes han dejado al menos 224 muertos en Irán, aunque una ONG con sede en EE.UU. estima al menos 657 fallecidos, incluidos 263 civiles. En Israel, al menos 25 personas han muerto por los misiles iraníes, y un hospital en Haifa reportó 19 heridos.
Irán congela diálogo nuclear
El canciller iraní, Abbas Araghchi, dijo que Teherán no retomará negociaciones nucleares hasta que cesen los ataques israelíes. Pese a ello, mostró disposición a dialogar con Europa, pero no con EE.UU. mientras continúe la ofensiva. Francia pidió considerar una solución diplomática con todas las partes, aunque reconoció que sin alto al fuego, será difícil avanzar.
Crece tensión internacional
El presidente de EE.UU., Donald Trump, evalúa una posible intervención militar y enviará un tercer portaaviones a la región. Se especula que una eventual participación estadounidense incluiría bombardeos a instalaciones nucleares subterráneas como la de Fordo.
Líderes internacionales como Erdogan advirtieron que la crisis se acerca a un “punto de no retorno”. Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, instó a “dar una oportunidad a la paz”.
En Teherán, la tensión es palpable: calles vacías, comercios cerrados y controles policiales reflejan el temor de una escalada aún mayor. Suiza anunció el cierre temporal de su embajada en Irán, manteniendo su rol como representante de los intereses de EE.UU. en el país.