Desde el Vaticano, el Papa León XIV expresó su profunda preocupación por la creciente hostilidad en Medio Oriente, instando a Irán e Israel a cesar las amenazas y abrir caminos hacia la reconciliación.
Durante una audiencia celebrada en la Plaza de San Pedro, el Sumo Pontífice hizo un llamado urgente a la comunidad internacional para asumir su responsabilidad ante la escalada de tensiones entre ambas naciones.
“Es urgente detener la cadena de amenazas y represalias”, advirtió el Papa, subrayando que “la paz no puede ser fruto de la imposición ni de la violencia, sino de un compromiso con la justicia, la fraternidad y la verdad”.
El líder de la Iglesia Católica exhortó a Teherán y Tel Aviv a buscar soluciones por la vía del diálogo y la diplomacia, en lugar de profundizar el conflicto a través de provocaciones mutuas.
Este mensaje papal llega en un contexto de creciente tensión militar entre Irán e Israel, que ha encendido las alarmas a nivel internacional ante el riesgo de una escalada regional con impacto global.
El obispo de Roma reiteró que la Iglesia siempre será una voz en favor de la paz y la reconciliación, y pidió a los líderes mundiales actuar con sensatez y visión humanitaria para evitar un nuevo capítulo de violencia en una región marcada por el sufrimiento.