Un interceptor israelí despegó la noche del 16 de junio sobre Tel Aviv, trazó una estela blanca en el cielo y, sin encontrar objetivo, cayó en picada hasta estrellarse cerca de su punto de origen. El fallo, registrado en video, dejó al descubierto una fisura en la Cúpula de Hierro, el sistema antimisiles que durante más de una década ha sido símbolo de seguridad para Israel.
Aunque la Cúpula ha demostrado alta efectividad frente a cohetes de corto alcance, el ataque masivo de Irán con misiles balísticos y drones ha planteado dudas sobre su capacidad para enfrentar amenazas más sofisticadas y simultáneas.
Tres capas, un mismo escudo
Israel cuenta con un sistema de defensa multinivel:
Cúpula de Hierro (desde 2011): Intercepta cohetes de corto alcance y drones dentro de un radio de 70 km. Tiene una eficacia estimada del 90%, aunque cada misil interceptor cuesta unos 50.000 dólares.
Honda de David (2017): Enfrenta misiles de mediano alcance y drones más avanzados hasta los 300 km, con misiles Stunner de un millón de dólares.
Arrow 2 y Arrow 3: Diseñados para interceptar misiles balísticos de largo alcance a altitudes elevadas o incluso fuera de la atmósfera. Arrow 3 fue usado en 2023 contra un misil hutí.
A este escudo se suma el sistema Thaad, enviado por Estados Unidos para reforzar la defensa israelí en la fase final del trayecto de los misiles.
El factor saturación
Expertos advierten que el sistema israelí, aunque avanzado, tiene límites. “Todo escudo tiene un punto de saturación”, señala el analista Néstor Prieto. “Un ataque masivo y coordinado desde múltiples frentes con distintos tipos de armamento puede superar su capacidad”.
Irán, situado a más de 1.000 km de Israel, empleó misiles balísticos de alcance medio y drones de largo alcance, algunos probablemente de los modelos Fattah-1 o Emad. “Son proyectiles que en su fase final alcanzan velocidad hipersónica, lo que los hace especialmente difíciles de interceptar”, explicó Andrei Serbin Pont, presidente de CRIES.
Israel no ha confirmado si su escudo puede enfrentar misiles hipersónicos, aunque sí ha incorporado inteligencia artificial para mejorar su sistema de detección y respuesta.
Un punto de inflexión
El conflicto actual se desató con la ‘Operación León Ascendente’, ofensiva israelí contra instalaciones nucleares iraníes. En represalia, Irán lanzó una oleada de ataques que ha dejado más de 220 muertos en su territorio y al menos 24 en Israel.
Las imágenes de edificios destruidos en ciudades como Petah Tikva revelan la potencia del arsenal iraní. “Los ataques desde Gaza o Líbano eran rudimentarios; el armamento iraní es otro nivel”, afirma Prieto.
La capacidad de respuesta de Israel sigue siendo alta, pero los analistas coinciden: la vulnerabilidad expuesta por estos ataques simultáneos marca un antes y un después. “La Cúpula de Hierro sigue siendo eficaz, pero ya no es invulnerable”, concluye el profesor Manuel González. “Y eso obliga a repensar la defensa aérea del futuro”.