En un intento por suavizar una creciente disputa comercial que ya afecta a las cadenas de suministro globales, altos funcionarios de Estados Unidos y China se reunieron este lunes 9 de junio en Londres, en lo que representa el segundo acercamiento diplomático desde el encuentro previo en Ginebra.

La sede del encuentro fue la histórica Lancaster House, donde participaron por parte de Estados Unidos el secretario del Tesoro, Scott Bessent; el secretario de Comercio, Howard Lutnick; el representante comercial, Jamieson Greer; y el asesor económico de la Casa Blanca, Kevin Hassett. La delegación china estuvo encabezada por el viceprimer ministro He Lifeng.

Tierras raras en el centro de la disputa

En el primero de dos días de conversaciones, Hassett expresó la intención de Washington de lograr un “estrechón de manos” con Pekín, especialmente respecto al suministro de tierras raras, materiales estratégicos cuya exportación fue suspendida por China en abril.

Dicha medida golpeó duramente a industrias clave en todo el mundo, desde el sector automotriz y aeroespacial hasta el de semiconductores y defensa. Tras semanas de presión, el presidente Donald Trump aseguró que su homólogo chino, Xi Jinping, se comprometió en una llamada telefónica a reanudar los envíos de estos minerales críticos.

La disputa comercial, que comenzó con aranceles mutuos, ha escalado hacia controles a la exportación de recursos esenciales, lo que ha generado fuertes distorsiones en el comercio mundial.

Impacto en el comercio chino y en la economía global

Las restricciones han comenzado a reflejarse en los indicadores económicos. En mayo, las exportaciones chinas crecieron apenas un 4,8% interanual, su menor ritmo en tres meses, mientras que las ventas a Estados Unidos cayeron un 34,5%, la mayor baja desde febrero de 2020.

Las importaciones también se resintieron: retrocedieron un 3,4% interanual, frente al 0,2% de abril. Esta situación ha agravado la desaceleración económica de China, que además enfrenta deflación, una crisis inmobiliaria persistente y una débil demanda interna.

El índice de precios al consumidor chino cayó un 0,1% interanual en mayo, igual que en los dos meses anteriores. Además, los precios bajaron también en términos mensuales, con un descenso del 0,2% frente a abril, marcando el cuarto mes consecutivo de contracción.

Un momento clave para evitar una crisis mayor

El clima de incertidumbre ha golpeado también la confianza de empresas y consumidores estadounidenses, mientras inversores comienzan a reevaluar la solidez del dólar como activo refugio. Con ambas economías bajo presión, las conversaciones en Londres llegan en un momento crucial.

Este nuevo intento de acercamiento da seguimiento a los compromisos esbozados en la cumbre de Ginebra, donde se logró una reducción parcial de aranceles. Sin embargo, Washington ha acusado posteriormente a Pekín de incumplimientos, sin proporcionar pruebas concretas.

La reanudación del diálogo ocurre apenas cuatro días después del primer contacto telefónico entre Trump y Xi desde la toma de posesión del presidente estadounidense, el pasado 20 de enero.

Ambas delegaciones esperan que esta ronda de negociaciones permita encauzar un acuerdo más amplio, que ayude a estabilizar el comercio mundial y reactivar el crecimiento en medio de múltiples desafíos económicos.

(Con información de Reuters y EFE)

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