NATO Defence Ministers pose for a family picture during a meeting of the Ukraine Defence Contact Group at NATO headquarters in Brussels, Friday, April 11, 2025. (AP Photo/Geert Vanden Wijngaert)

Los ministros de Finanzas del G7 anunciaron este jueves (22.05.2025) que incrementarán la presión sobre Rusia, incluyendo la posibilidad de aplicar nuevas sanciones, si Moscú se niega a aceptar un cese al fuego en Ucrania. Pese a las tensiones generadas por la política arancelaria de Estados Unidos, el bloque afirmó estar «más unido que nunca».

Durante la reunión celebrada en Banff, en las Montañas Rocosas de Canadá, los representantes de las siete economías más desarrolladas —Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido— se comprometieron también a excluir de los contratos de reconstrucción de Ucrania a cualquier país o entidad que haya financiado o abastecido a la maquinaria militar rusa durante el conflicto.

La presidencia canadiense invitó al ministro de Finanzas de Ucrania, Sergui Marchenko, quien reiteró su pedido de endurecer las sanciones contra Rusia. La declaración de apoyo fue bien recibida por la mayoría de los participantes, al reflejar una posición común del G7 en favor de Ucrania, incluso frente al giro diplomático de la nueva administración estadounidense hacia Moscú.

No obstante, el ministro de Finanzas alemán, Lars Klingbeil, expresó su preocupación por lo que calificó como «señales contradictorias» provenientes de Washington. «No podemos ignorar ciertas declaraciones de Estados Unidos que generan dudas sobre la magnitud de su respaldo a Ucrania», advirtió en una entrevista con la televisión alemana.

Un G7 unido, pero con tensiones comerciales latentes

La reunión concluyó con una declaración final conjunta, considerada un logro en medio de las turbulencias derivadas de la guerra comercial impulsada por el presidente Donald Trump, quien ha impuesto aranceles de al menos 10 % a la mayoría de productos importados a Estados Unidos, amenazando con frenar el crecimiento económico global.

En su comunicado final, los ministros reconocieron que “la incertidumbre sobre la política económica global ha disminuido desde su punto más álgido” tras el anuncio de las nuevas tarifas en abril. No obstante, no se alcanzaron avances significativos en el tema de los derechos aduaneros, que dominó la agenda de las reuniones bilaterales.

El ministro canadiense François-Philippe Champagne, anfitrión del encuentro, aseguró que el G7 está “más unido que nunca” y calificó la reunión como una base sólida de cara a la próxima cumbre de líderes, prevista del 15 al 17 de junio en las mismas Montañas Rocosas. Será la primera vez que Canadá reciba a Donald Trump desde su retorno a la presidencia, quien ya ha generado controversia al reafirmar su aspiración de anexar al país vecino.

Mientras tanto, el secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, intentó disipar las tensiones afirmando que el ambiente fue “muy positivo” y que no hubo grandes desacuerdos. “La reunión fue excelente”, declaró a la AFP.

El ministro de Finanzas francés, Éric Lombard, también destacó el tono constructivo de las conversaciones. “Hablamos como amigos y aliados”, subrayó. Por su parte, el comisario europeo de Economía, Valdis Dombrovskis, añadió: “El ambiente fue positivo y productivo”.

A pesar del optimismo mostrado, Klingbeil advirtió que es urgente resolver las disputas comerciales. “Los aranceles están siendo una pesada carga para la economía mundial”, señaló, al tiempo que reafirmó que Europa ha mostrado voluntad de diálogo.

Por admin

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Traducir»