Este lunes 19 de mayo, Estados Unidos realizó el primer vuelo del programa de “autodeportación” promovido por la administración de Donald Trump. La aeronave partió desde Houston, Texas, con destino a Honduras y Colombia, transportando a 64 migrantes que optaron por regresar voluntariamente a sus países, según informó el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés).
La medida forma parte del plan “Vuelta a casa”, una iniciativa que busca acelerar las salidas del país mediante retornos voluntarios asistidos, con menores costos que las deportaciones tradicionales. El programa ofrece a los migrantes la posibilidad de abandonar el país por decisión propia, con apoyo financiero, o enfrentar las consecuencias legales de permanecer de manera irregular: expulsión forzada, juicio, cárcel, multas y confiscación de bienes.
Entre los retornados se encuentra Wilson Sáenz, un joven hondureño de 22 años, originario de Puerto Cortés, quien emigró a EE.UU. en busca de mejores oportunidades, pero decidió regresar al no encontrar trabajo. “Ya no había empleo”, explicó a la agencia AFP, aunque adelantó su intención de solicitar una visa para regresar legalmente.
El vuelo, que transportó a 38 hondureños y 26 colombianos, no estuvo a cargo del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), sino que fue gestionado como parte del programa voluntario a través de la aplicación CBP Home. Según la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, todos los participantes recibieron asistencia para el viaje y un estipendio de 1.000 dólares, además de conservar el derecho de solicitar un ingreso legal a Estados Unidos en el futuro.
Entre los pasajeros también estaba Iris Díaz, de 32 años, quien viajó junto a sus dos hijos, de 9 y 5 años. Su decisión de regresar se dio luego de que su esposo fuera deportado. “Ya viéndose sola allá, tomó la decisión de autodeportarse”, comentó su padre, Ernesto Díaz.
En Honduras, los repatriados fueron recibidos por el programa estatal “Hermano, Hermana, Vuelve a Casa”, que les otorgará un bono de 100 dólares a mayores de edad, además de cupones de alimentos y apoyo para conseguir empleo.
En Colombia, por su parte, los 26 migrantes recibirán servicios de asistencia social a través del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) y el Departamento para la Prosperidad Social (DPS).
La administración Trump ha reiterado que la “autodeportación” voluntaria es la mejor alternativa para los migrantes indocumentados. Noem advirtió que quienes permanezcan sin autorización en el país se arriesgan a sanciones severas, incluyendo la prohibición permanente de reingreso a Estados Unidos.
Con información de EFE y AFP.