La Administración de Donald Trump impuso nuevas normas de acceso a los medios en el Pentágono, que diversos periodistas y organizaciones calificaron como un intento de censura. Las medidas, que entraron en vigor el miércoles (15.10.2025), llevaron a decenas de reporteros a devolver sus credenciales y abandonar la sede del Departamento de Defensa.
La nueva política, impulsada por el secretario de Guerra, Pete Hegseth, exige que los periodistas se comprometan por escrito a no utilizar información no autorizada, incluso si no es clasificada. Además, permite retirar credenciales a quienes el Gobierno considere un “riesgo para la seguridad nacional”.
Unos 30 medios —entre ellos Fox News, CNN, The New York Times, Reuters y The Washington Post— se negaron a firmar el documento, alegando que vulnera la libertad de prensa garantizada por la Primera Enmienda. La Asociación de Prensa del Pentágono calificó la situación como “un día sombrío para la libertad de prensa” y advirtió sobre el deterioro de la transparencia en el Gobierno estadounidense.
Las restricciones se producen tras el escándalo conocido como Signalgate, una filtración de conversaciones internas del Pentágono que reveló información sobre operaciones militares en Yemen. Desde entonces, Hegseth ha endurecido las medidas de confidencialidad y propuesto pruebas de polígrafo para funcionarios con acceso a información sensible.
El ambiente en la sala de prensa del Pentágono fue descrito como “inusualmente silencioso” el miércoles, mientras los medios retiraban su equipo y abandonaban el edificio. Según los periodistas, las nuevas normas buscan controlar el flujo informativo y limitar el escrutinio público sobre las decisiones del Departamento de Defensa.
(Con información de Reuters, EFE y medios locales)