En su último mensaje por Fiestas Patrias, la presidenta Dina Boluarte afirmó que evitó que el Perú se convirtiera en un “país fallido como Cuba, Venezuela o Bolivia”, al renunciar —según dijo— a un proyecto político “que conducía a la destrucción”.
Boluarte asumió el poder en diciembre de 2022 tras la fallida intentona golpista de Pedro Castillo, de quien fue vicepresidenta. Desde entonces, ha gobernado con el respaldo de fuerzas conservadoras y enfrenta varias investigaciones fiscales, incluidas las muertes durante las protestas y presuntos actos de corrupción.
Su discurso ante el Congreso estuvo marcado por protestas de sectores de izquierda, que la interrumpieron con gritos de “asesina” y pedidos de libertad para Castillo.
“Preferí el deber constitucional antes que la polarización insana”, sostuvo Boluarte, al asegurar que los promotores de las protestas buscaban convertir al Perú en “un paria internacional”.
La presidenta, que enfrenta su último año de mandato con una aprobación de entre 2 % y 3 %, reiteró que durante su gestión “no habrá tarjetas de racionamiento” como en regímenes autoritarios, y que actuó para “preservar la democracia, la libertad y los derechos humanos”.