Elon Musk ha amenazado con crear un nuevo partido político —el llamado American Party— para enfrentar al expresidente Donald Trump, tras la aprobación en el Senado de la polémica ley fiscal republicana, a la que el empresario calificó de inaceptable. “Será creado al día siguiente”, advirtió Musk en su red social X, en referencia al proyecto que él mismo ha bautizado irónicamente como “la gran y hermosa ley”.
La propuesta no es nueva. Desde que se rompió su vínculo con Trump a inicios de junio, Musk ha insinuado públicamente la creación de una fuerza política “de centro”, entre demócratas y republicanos, sondeando el apoyo de sus seguidores en X. Sin embargo, los analistas dudan de que el magnate tenga el peso necesario para concretarlo.
Barreras políticas y poco entusiasmo real
Expertos como Richard Johnson, de la Universidad Queen Mary de Londres, y Jérôme Viala-Gaudefroy, autor de Les mots de Trump, advierten que formar un partido nacional en EE. UU. requiere mucho más que dinero: se necesitan decenas de miles de firmas, presencia en todos los estados y una amplia red de voluntarios.
Además, Musk enfrenta un desafío mayor: su impopularidad. Ha perdido apoyo entre demócratas, no convence a los independientes y su perfil liberal-progresista en temas como energía verde o inmigración choca con la base trumpista. Sus posturas de derecha radical y sus gestos polémicos también lo alejan del electorado moderado.
Más presión simbólica que amenaza real
Pese a su retórica, los especialistas creen que Musk no busca realmente fundar un partido, sino presionar al ala trumpista del Partido Republicano. Su fortuna podría influir en primarias clave, financiando candidatos opositores a Trump en las elecciones intermedias de 2026.
“El peligro no es tanto un nuevo partido, sino que use su dinero para castigar a los republicanos fieles a Trump”, sostiene Viala-Gaudefroy. Dado el margen estrecho en el Congreso, unas pocas derrotas podrían inclinar la balanza.
Los demócratas, expectantes
Paradójicamente, esta guerra interna en el Partido Republicano favorece a los demócratas. “El mejor escenario para ellos es uno en el que Trump y Musk compitan por destruirse mutuamente dentro del partido”, señalan los expertos.
Aunque el peso real de Musk en política es aún limitado, su confrontación con Trump podría dinamitar la unidad republicana en un año electoral clave.