El presidente del Consejo de Ministros, Eduardo Arana, informó ante el Congreso que el Gobierno está evaluando nuevas estrategias para combatir la delincuencia organizada. Una de las principales propuestas es el eventual traslado de reclusos extranjeros de alta peligrosidad al CECOT, la megacárcel de El Salvador. Esta iniciativa fue presentada durante su exposición para solicitar el voto de confianza.
Arana precisó que se está desarrollando un mecanismo de cooperación bilateral con el gobierno de Nayib Bukele, que permitiría trasladar a internos peligrosos a centros penitenciarios en sus países de origen. Entre las opciones consideradas figura el Centro de Confinamiento del Terrorismo, conocido por su estricto régimen carcelario.
Según el premier, la medida busca aliviar temporalmente el hacinamiento en las cárceles peruanas y desarticular redes criminales que operan desde el interior de los penales. “Queremos reafirmar el principio de autoridad”, señaló, advirtiendo que muchos reclusos continúan delinquiendo desde prisión.
Refuerzo del control penitenciario en dos cárceles
Adicionalmente, el Ejecutivo anunció que, a partir de diciembre de este año, se implementará un sistema especializado de control de ingresos y salidas en dos centros penitenciarios del país. La medida incluirá inspecciones rigurosas a personas, objetos y paquetes, con el objetivo de impedir el ingreso de elementos que fortalezcan a las mafias internas.