El gobierno de Estados Unidos, encabezado por Donald Trump, revocó a la Universidad de Harvard la autorización para inscribir a estudiantes internacionales, acusándola de tolerar incidentes de antisemitismo y de colaborar con el Partido Comunista Chino. Esta medida implica que miles de alumnos extranjeros actualmente matriculados deberán transferirse a otras instituciones o abandonar el país.
En un comunicado emitido este jueves (22.05.2025), el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) sostuvo que Harvard ha permitido un «ambiente inseguro» en el campus al tolerar, según sus palabras, a «agitadores antiestadounidenses y proterroristas» que habrían agredido a estudiantes judíos. Asimismo, se acusó a la universidad de haber colaborado en 2024 con autoridades chinas para albergar y entrenar a miembros de un supuesto grupo paramilitar.
“Harvard ya no puede matricular a estudiantes extranjeros. Aquellos que actualmente se encuentran en el país deberán transferirse o perderán su estatus legal”, advirtió el DHS.
Advertencia al sistema académico
La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, declaró en la red social X:
“Harvard tuvo múltiples oportunidades para corregir el rumbo, pero se negó. Por ello ha perdido su certificación en el Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio. Que esto sirva como advertencia para todas las universidades e instituciones académicas del país.”
Según fuentes del diario estudiantil The Harvard Crimson, el Departamento había enviado a la universidad una carta el 16 de abril solicitando información detallada sobre las actividades de los estudiantes internacionales, incluidas protestas en el campus. Harvard respondió entregando parcialmente registros disciplinarios relacionados con algunos alumnos.
Actualmente, la universidad alberga a cerca de 6.800 estudiantes internacionales en su campus de Cambridge, Massachusetts, lo que representa aproximadamente una cuarta parte de su población estudiantil. La mayoría de estos alumnos cursan programas de posgrado y provienen de más de 100 países.
La decisión representa una escalada sin precedentes en la ya tensa relación entre la administración Trump y Harvard, una institución que históricamente ha tenido una postura crítica frente a algunas políticas del expresidente.
Con información de AP y AFP.