El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, dijo que mantiene conversaciones con Estonia, sobre un posible sabotaje a cables submarinos en el mar Báltico. Rutte expresó que la Alianza está monitoreando de cerca las investigaciones en curso y ofreció su apoyo. Mientras tanto, la Unión Europea también se involucró en la investigación del incidente, trabajando junto a las autoridades finlandesas para esclarecer el daño a un cable eléctrico submarino.

El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, anunció el jueves que mantiene conversaciones con el primer ministro de Estonia, Kristen Michal, en relación con la posibilidad de un sabotaje a cables submarinos en el mar Báltico.

Rutte subrayó que la Alianza está atenta a las investigaciones en curso y se ofreció a brindar asistencia. En sus declaraciones a través de redes sociales, el secretario general afirmó: «La OTAN se solidariza con sus aliados y condena cualquier ataque dirigido a infraestructuras críticas. Estamos monitoreando la situación en Estonia y Finlandia, listos para proporcionar apoyo adicional». 

Por su parte, la Unión Europea, UE, emitió también una declaración sobre la reciente situación en el Báltico, tras un incidente ocurrido esta semana. La Comisión Europea, junto a su Alta Representante de Política Exterior, Kaja Kallas, afirmó estar colaborando con las autoridades finlandesas para investigar el daño a un cable eléctrico submarino.

En su comunicado, expresaron su «condena» ante la «destrucción intencionada» de infraestructuras significativas en Europa. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, resaltó la gravedad del incidente, afirmando que «destaca las amenazas a la infraestructura de la UE».

Von der Leyen elogió la respuesta rápida y efectiva de Finlandia, reafirmando el apoyo de la UE a ese país, así como a Estonia y Alemania. «Aumentaremos colectivamente la protección de nuestras infraestructuras europeas, incluidos los cables submarinos», añadió. 

La declaración conjunta de la Comisión y la Alta Representante también valoró la pronta acción de las autoridades finlandesas respecto a un buque sospechoso involucrado en el caso.

«Estamos colaborando estrechamente con las autoridades finlandesas en las indagaciones actuales, y manifestamos nuestra solidaridad con Finlandia, Estonia y Alemania», concluyó el texto, que reafirmó la condena de la UE hacia cualquier ataque contra las infraestructuras críticas de Europa.

Finlandia detiene un buque vinculado a Rusia

Las autoridades finlandesas detuvieron un barco relacionado con Rusia mientras investigan si estuvo involucrado en el daño a un cable eléctrico submarino en el mar Báltico y varios cables de datos.

El jueves, la policía finlandesa y los guardias fronterizos abordaron el buque Eagle S y tomaron control de su puente de mando, según informó Jari Liukku, jefe de policía de Helsinki. El barco permanece retenido en aguas territoriales de Finlandia.

Aunque el Eagle S tiene bandera de las Islas Cook, las autoridades finlandesas y la Comisión Europea lo vinculan con la flota oculta de petroleros rusos, una red de buques de propiedad desconocida y antiguos, utilizados por Rusia para eludir las sanciones internacionales impuestas debido a la guerra en Ucrania.

Estos barcos operan sin un seguro regulado por Occidente, lo que genera preocupaciones sobre posibles accidentes ambientales debido a su antigüedad y falta de cobertura aseguradora confiable.

La policía sospecha que el Eagle S dañó el cable eléctrico, aunque esta información aún está siendo verificada. La UE está considerando nuevas sanciones contra esta flota.

El miércoles, otro incidente relacionado afectó al cable eléctrico Estlink-2, que conecta Finlandia y Estonia a través del mar Báltico. Este incidente se suma a los daños sufridos por dos cables de datos y los gasoductos Nord Stream, todos bajo investigación por posibles actos de sabotaje.

El gobierno estonio convocó una sesión de emergencia para abordar la situación, y el primer ministro, Kristen Michal, subrayó la necesidad de mejorar la vigilancia y protección de infraestructuras críticas, tanto en tierra como en el mar.

En cuanto a las reparaciones del cable Estlink-2, se estima que podrían tomar hasta siete meses.

“Los daños repetidos a la infraestructura del mar Báltico son una señal de una amenaza sistémica, no de simples accidentes”, dijo el presidente de Estonia, Alar Karis, en X. “Estonia tomará medidas para contrarrestar esta amenaza, junto con Finlandia y otros aliados de la OTAN”, agregó.

En noviembre, dos cables de datos fueron cortados en el mar Báltico: uno que conectaba Finlandia con Alemania y otro entre Lituania y Suecia. El ministro de Defensa alemán calificó el incidente como un «sabotaje», aunque no presentó pruebas ni identificó a los responsables.

Este comentario se dio en el contexto de su discurso sobre las amenazas de guerra híbrida de Rusia. El ataque a estos cables recuerda a los daños sufridos por los gasoductos Nord Stream en septiembre de 2022, también atribuidos a sabotajes. Mientras tanto, el operador de red estonio Elering aseguró que la infraestructura energética en Estonia sigue siendo suficiente para cubrir la demanda.

Con EFE y AP

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