En el marco del Día de la Ciberseguridad (30 de noviembre), la discusión sobre la protección del usuario digital vuelve a primer plano en un país donde la mayoría de operaciones ya se realizan desde apps, billeteras electrónicas y plataformas financieras online. Este crecimiento también ha multiplicado los riesgos de fraudes, suplantaciones y uso indebido de datos personales, por lo que conocer los derechos del consumidor se ha convertido en una herramienta indispensable.
Según Eddvyn Barrón Ortega, Gerente de Riesgos y Cumplimiento de Rextie, la responsabilidad de las empresas es garantizar entornos seguros, mientras el usuario debe entender qué puede exigir. “Hoy operamos en un entorno donde lo digital es lo cotidiano. Pero esa facilidad trae riesgos, y por eso el consumidor debe verificar que las plataformas cumplan con estándares altos de seguridad”, advierte. Estas medidas incluyen cifrado de información, doble autenticación, monitoreo de transacciones y protocolos rápidos de respuesta ante incidentes.
El marco normativo peruano también establece derechos fundamentales para cualquier persona que utilice servicios digitales o financieros, como recibir información clara y transparente, contar con protección de datos personales bajo la Ley N° 29733, acceder a seguridad tecnológica que evite fraudes y suplantaciones, solicitar la reversión de operaciones no reconocidas y tener atención oportuna mediante canales formales. “El consumidor no está solo frente a un fraude o un cobro indebido. La ley obliga a las empresas a responder con transparencia y eficiencia”, remarca Barrón.
La protección del usuario digital está respaldada por diversas entidades. Indecopi supervisa aspectos de consumo y publicidad; la SBS regula bancos, fintechs y entidades financieras; la Autoridad Nacional de Protección de Datos Personales fiscaliza el uso adecuado de la información privada; y la Policía de Alta Tecnología atiende casos de delitos informáticos. Todas estas instituciones permiten escalar un reclamo cuando la empresa no ofrece una solución satisfactoria.
Finalmente, Barrón recomienda que antes de usar cualquier servicio digital, el usuario revise los términos y condiciones, confirme que la plataforma esté autorizada, active la doble autenticación, conserve comprobantes de operación y consulte cómo la empresa protege sus datos. Ante problemas como transacciones no reconocidas, cobros indebidos o accesos no autorizados, el primer paso es reportarlo a la empresa y, de no obtener respuesta, acudir a Indecopi, SBS o la Autoridad de Protección de Datos. “Una plataforma segura no solo usa buena tecnología: también ofrece transparencia y apoyo cuando ocurre un problema”, concluye.