El canciller alemán Friedrich Merz aseguró que “la guerra civil en Siria terminó” y que ya no existen motivos para solicitar asilo en Alemania, por lo que su gobierno comenzará con la deportación de delincuentes sirios y fomentará el retorno voluntario de refugiados.
Durante una visita a Husum, en Schleswig-Holstein, Merz informó que invitó al presidente interino sirio, Ahmed al Sharaa, a Berlín para discutir los mecanismos de repatriación. También prometió apoyo alemán en la estabilización y reconstrucción de Siria.
“Sin estas personas, la reconstrucción no será posible. Quienes se nieguen a regresar podrán ser deportados en un futuro cercano”, advirtió el mandatario.
Las declaraciones se produjeron tras los comentarios del ministro de Exteriores, Johann Wadephul, quien desde Siria expresó dudas sobre un retorno masivo de refugiados, al constatar que “difícilmente puede alguien vivir con dignidad” en zonas devastadas como Harasta, cerca de Damasco.
Según el Ministerio del Interior, en Alemania residen 951.406 sirios, de los cuales 920 están sujetos a deportación sin estatus de tolerancia.
Siria vive una nueva etapa política desde la caída del exdictador Bashar al Asad hace casi un año, derrocado por la milicia islamista HTS, liderada por Sharaa. El nuevo presidente ha impulsado una apertura hacia Occidente y planea visitar Washington la próxima semana, en la que sería la primera visita de un mandatario sirio a la Casa Blanca en más de ocho décadas.