El gobierno peruano anunció la ruptura de relaciones diplomáticas con México luego de que ese país concediera asilo a la ex primera ministra Betssy Chávez, procesada por el fallido golpe de Estado de Pedro Castillo en 2022.
El canciller Hugo de Zela calificó la decisión mexicana como un “acto inamistoso” y recordó que México ha sostenido una “posición ideologizada” sobre los hechos de diciembre de 2022, presentando a los implicados como “víctimas”.
De Zela precisó que la medida no afecta las funciones consulares: “Nuestros compatriotas en México seguirán bajo la protección de nuestros cónsules, y los mexicanos en Perú continuarán amparados por sus autoridades consulares”. Afirmó que no se prevén dificultades para los ciudadanos peruanos en ese país.
Las relaciones bilaterales ya estaban deterioradas tras los ataques del expresidente Andrés Manuel López Obrador y de su sucesora, Claudia Sheinbaum, contra la mandataria Dina Boluarte. En 2023, México se negó a entregar a Perú la presidencia pro tempore de la Alianza del Pacífico, y en 2024 ambos gobiernos impusieron visas recíprocas.
Además, el Congreso peruano declaró persona non grata a Sheinbaum por respaldar a Castillo, a lo que la presidenta mexicana respondió ratificando su postura y acusando persecución política contra el exmandatario.