Miles de personas se manifestaron este domingo en Madrid convocadas por el Partido Popular (PP), principal fuerza de oposición, para exigir la dimisión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a quien acusan de corrupción y abuso de poder. La movilización, celebrada bajo el lema «Mafia o Democracia», llega en un momento de creciente presión política y con encuestas que otorgan una ligera ventaja al bloque conservador.

La Plaza de España fue el epicentro de la protesta, donde miles de ciudadanos ondearon banderas españolas al grito de “¡Pedro Sánchez, dimisión!”. El PP organizó autobuses desde distintos puntos del país para asegurar una nutrida asistencia, que los organizadores cifraron en más de 100.000 personas, aunque la Delegación del Gobierno estimó entre 45.000 y 50.000 participantes.

Un escándalo como detonante

La protesta surge tras filtraciones de transcripciones de conversaciones entre Leire Díez, exmilitante del PSOE; un comandante de la Guardia Civil; y un empresario, en el marco de una investigación judicial que involucra al entorno cercano de Sánchez. En los audios, Díez —quien asegura estar trabajando en un proyecto literario— parece ofrecer favores judiciales e intenta obtener información sobre una unidad que investiga casos sensibles para el Ejecutivo.

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, pidió a sus seguidores no exhibir símbolos partidarios para atraer también a votantes de otras fuerzas opositoras, como Vox. Sin embargo, el partido de ultraderecha optó por no asistir, calificando la convocatoria como un acto “partidista”.

Entre los manifestantes, la frustración era palpable. “Este gobierno ya caducó hace tiempo. Es agotador”, dijo Blanca Requejo, comerciante de 46 años. Otros, como Rafael Redondo, agente inmobiliario jubilado, minimizaron los escándalos pasados del PP: “Aquello fue cosa de individuos aislados. Lo del PSOE es una organización que delinque de arriba abajo”.

Reacciones del Gobierno

Desde el Ejecutivo se minimizó el alcance de la protesta. La portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, ironizó en redes sociales que el concierto de Estopa en el estadio Metropolitano reunió a más asistentes que “el apocalipsis de Feijóo en Plaza de España”. También aseguró que la legislatura continuará hasta 2027 y descartó un adelanto electoral.

El PSOE calificó el lema de la manifestación como “vergonzoso” y acusó al PP de alimentar la polarización. La vicepresidenta primera, María Jesús Montero, recordó que los españoles votaron y decidieron que Feijóo permanezca en la oposición. “Ya va siendo hora de que el PP lo acepte”, escribió en X. El ministro Óscar López, por su parte, criticó el “discurso de odio” desplegado en la Plaza de España.

Desde Sumar, socio del Gobierno, el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, consideró que la marcha fue “una muestra de desesperación política más que un acto en defensa de la democracia”.

Un PP movilizado ante el congreso de julio

Esta es la sexta movilización organizada por el PP contra el Gobierno desde que Feijóo asumió la dirección del partido en 2022. Llega en la antesala del congreso extraordinario del PP, adelantado a julio con el objetivo de consolidar el liderazgo de Feijóo y preparar al partido ante un eventual adelanto electoral.

Al acto también asistieron figuras destacadas del conservadurismo español, como la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso; el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida; y los expresidentes José María Aznar y Mariano Rajoy.

Sánchez, mejor valorado pese al desgaste

Aunque el PP lidera en intención de voto, Pedro Sánchez continúa siendo el líder político mejor valorado del país. Según una reciente encuesta publicada por El País, un 24,6 % de los consultados prefiere a Sánchez como presidente, frente al 17,1 % que se inclina por Santiago Abascal (Vox) y el 16,6 % que apoya a Feijóo.

Con EFE, AFP

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