Una reforma judicial confusa, impulsada por el expresidente López Obrador y concretada por la actual mandataria, Claudia Sheinbaum, ha derivado en un proceso electoral que no logró entusiasmar a la ciudadanía y que, según analistas, somete al último poder independiente del país: el Judicial.

Con una participación de apenas el 12 %, las elecciones del domingo 1 de junio para elegir a jueces y magistrados han sido calificadas por especialistas como un ejercicio carente de legitimidad y altamente cuestionable en su diseño e implementación.

“La población mexicana simplemente no acudió a las urnas”, resumen diversos analistas consultados por Deutsche Welle. Para la magistrada Emilia Molina, se trató de un proceso «desaseado, ilegal, y que significó una reversión histórica en cuanto a garantías democráticas. De la independencia judicial, ni hablar», sentenció.

Errores, coacción y fallas estructurales

Los resultados para los 881 cargos en disputa tardarán diez días en ser divulgados, en el conteo más largo en la historia del Instituto Nacional Electoral (INE). A diferencia de elecciones anteriores, no hubo observadores ciudadanos, un retroceso notable respecto a los avances democráticos logrados en México desde los años 90.

Molina enumeró múltiples irregularidades: “La mayoría de votantes eran adultos mayores, presionados por operadores de Morena con el argumento de que su pensión dependía de ir a votar”. En muchos estados, los votantes debían llenar numerosas planillas con decenas de nombres, por lo que agentes del partido oficialista repartieron «acordeones» con instrucciones de voto, una práctica claramente irregular.

Además, se observaron boletas con errores —como ofrecer solo cuatro espacios para elegir a siete candidatos— y casillas con candidatos únicos. También se registraron candidaturas de personas con antecedentes penales o vínculos con el narcotráfico.

Una elección que distorsiona la justicia

El proceso también violó principios básicos de representación. Por ejemplo, tribunales especializados en economía, telecomunicaciones y radiodifusión, con competencia nacional, fueron elegidos únicamente por habitantes de la Ciudad de México.

El trasfondo más preocupante, señalan los expertos, es que se quiso elegir jueces como si fueran representantes políticos, ignorando que el Poder Judicial debe estar compuesto por profesionales independientes, seleccionados por méritos y sin vínculos con intereses partidistas. La diosa romana Iustitia tiene los ojos vendados por una razón.

Pese a las irregularidades, Molina cree que el INE no invalidará el proceso: “El Instituto está bajo amenaza y parcialmente cooptado. Incluso podrían culparlo del fracaso y usar eso como justificación para impulsar su control total”, advirtió la también presidenta de la Asociación Mexicana de Juzgadoras.

Fracaso ético, triunfo político

Para Juan Jesús Garza Onofre, investigador de la UNAM, la baja participación “demuestra que el pueblo no es ingenuo; aunque Sheinbaum sea popular, no todo lo que propone será obedecido ciegamente”.

Sin embargo, al no existir un umbral mínimo de participación, el Gobierno y Morena consolidan poder: “Ética y políticamente pierden, pero estratégicamente ganan”, resumió Garza Onofre. Las listas de candidatos fueron elaboradas por los poderes Ejecutivo y Legislativo, ambos dominados por Morena, lo que anticipa que sus perfiles ocuparán cargos clave, como la Suprema Corte y el nuevo Tribunal de Disciplina Judicial, que podrá incluso encarcelar a jueces.

Crimen organizado, impunidad y una oportunidad perdida

En otros niveles, hubo interferencias políticas y del crimen organizado. Entre los aspirantes figuró incluso una exabogada de Joaquín “El Chapo” Guzmán.

Ni Garza Onofre ni Molina creen que la reforma contribuya a resolver los graves problemas de la justicia en México, donde la impunidad alcanza un alarmante 95 %.

Garza Onofre la califica como “una reforma miope y minimalista que no cambiará nada para el ciudadano común”. Y recuerda que la justicia implica todo un ecosistema: policía, fiscalías, educación jurídica y sistema penal. “Centrarse solo en los jueces es un error. Fue una oportunidad perdida”, lamenta también como académico del Colegio de México.

Molina, por su parte, subraya que la raíz del problema es la falta de investigación efectiva: “El 90 % de los delitos no se denuncian y, de los denunciados, el 90 % no se investigan. Y los que llegan a juicio, lo hacen con vicios, como confesiones obtenidas bajo tortura”.

AMLO reaparece, con «acordeón» en mano

México se convierte así en el único país del mundo que ha optado por una elección popular de su Poder Judicial, una medida ampliamente rechazada por expertos y organismos internacionales, incluida la Relatoría de la ONU para la Independencia Judicial.

La idea fue impulsada por Andrés Manuel López Obrador (AMLO), mentor de Sheinbaum, quien mantuvo durante su sexenio una relación tensa con la Suprema Corte. En su reaparición pública, AMLO votó en Palenque, Chiapas, con una lista visible de candidatos —un «acordeón»— en la mano.

Con (cp)

Por admin

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