En un momento de incertidumbre global, el ministro chino de Exteriores, Wang Yi, destacó la importancia de fortalecer las relaciones entre China y la Unión Europea. El interés de Beijing se basa en 50 años de relación con Bruselas, bajo un comercio que en 2024 se cifró en cerca de 770.000 millones de dólares.
China reafirma su compromiso con la Unión Europea (UE) como socio comercial clave en medio de la incertidumbre global y el desbalance de las relaciones económicas tras la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump.
Durante su conferencia de prensa anual en el marco de las «Dos Sesiones», el ministro de Exteriores chino, Wang Yi, subrayó que existen «más razones que nunca» para fortalecer los lazos bilaterales entre ambas partes, consolidando medio siglo de relaciones diplomáticas y comerciales que han resultado beneficiosas para ambas partes.
«Este año se conmemora el 50 aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre China y la UE. Es un año importante. En esta relación de medio siglo, el activo más valioso es el respeto mutuo, el impulso más poderoso es el beneficio mutuo, el mayor consenso unificador es el multilateralismo y el posicionamiento más preciso de los lazos bilaterales es el de socios de cooperación. En las últimas cinco décadas, la cooperación entre China y la UE ha avanzado mucho”, detalló Wang este viernes 7 de marzo.
Y es que según el Ministerio de Exteriores chino el comercio bilateral Beijing-Bruselas ha pasado de los 2.400 millones de dólares estadounidenses de hace 50 años (con la entonces Comunidad Europea) hasta los 780.000 millones de dólares en la actualidad.
“50 años después, China y la UE representan conjuntamente más de un tercio de la economía mundial, y la cooperación entre los dos tiene un mayor valor estratégico e influencia global», apuntó Wang en su discurso.
Un llamado a la confianza mutua
Y es que la invitación de la Cancillería china llega mientras aumenta la incertidumbre en el panorama comercial global luego de los remezones por los aranceles del presidente estadounidense, Donald Trump, a sus principales socios económicos, así como a las potencias financieras del mundo.
Para la Unión Europea, Trump ha reservado una amenaza del 25% de aranceles que espera entren en vigor el 2 de abril, el mismo día en el que espera activar los “aranceles recíprocos” a todos los países del mundo.
Según el mandatario, la UE es “mala con Estados Unidos”, pues no compran suficientes productos estadounidenses, alimentan el déficit comercial y tienen impuestos sobre algunos productos que Trump considera “injustos”.
Del lado chino, en cambio, desde el martes 4 de marzo entraron en vigor aranceles de un 10% adicional a las tarifas que ya se habían impuesto de también el 10% el pasado 4 de febrero sobre todos los productos que sean importados a territorio estadounidense desde China.
Con este escenario, tanto Bruselas como Beijing han buscado alternativas distintas a Washington en un intento de abandonar la dependencia estadounidense y, ahora, parece una buena opción unir fuerzas a nivel comercial y olvidar diferencias del pasado.
India y la UE unen fuerzas: tratado de libre comercio para desafiar a Estados Unidos y China
Diferencias como la imposición de aranceles que la UE desplegó sobre China en 2024, luego de argumentar que el Gobierno de Xi Jinping otorga subvenciones desmedidas sobre su industria de fabricación de autos eléctricos, que, según el bloque europeo, termina generando una competencia desleal en el mercado con autos excesivamente baratos y difíciles de igualar en costos.
Pero a pesar de los retos, China y la UE continúan explorando nuevas oportunidades de cooperación en sectores estratégicos como la tecnología, la transición energética y la inversión en infraestructura.
El multilateralismo sigue siendo una prioridad compartida por ambas partes, lo que abre la puerta a posibles acuerdos en ámbitos como la lucha contra el cambio climático y la regulación del comercio digital.
La voluntad de China por fortalecer su relación con el Viejo Continente también responde a su estrategia de diversificación económica y su interés en mantener estabilidad en sus mercados clave mientras busca acercarse a su objetivo de crecimiento de PIB del 5% para este año, un reto que analistas financieros y el FMI han calificado como “complejo”, teniendo en cuenta el panorama económico actual.
Con EFE.