Los civiles de la región del Catatumbo, al norte de Colombia y en la frontera con Venezuela, huyen de un nuevo brote de combates entre grupos guerrilleros, que compiten por el control de esta zona estratégicamente importante para el narcotráfico. El 16 de enero, el ELN lanzó un ataque contra combatientes de disidencias de la extinta guerrilla de las FARC. Más de 50 personas han muerto y miles han sido desplazadas. Los Observadores habló con dos residentes de la zona.
“Santiago” -se ha cambiado su nombre para proteger su identidad- es profesor en una escuela rural. Estaba allí cuando estallaron los enfrentamientos en el Catatumbo.
Ese día empezamos a escuchar explosiones a lo lejos y disparos, como si estuvieran contraatacando. Uno de los padres llegó a la escuela y me dijo: ‘profesor, tiene irse aquí. Hay combates. Tiene que irse antes de que las cosas empeoren».
Así que cerramos los salones de clase y cerramos la escuela. Todos se fueron a su casa. Desde entonces estamos encerrados en nuestras casas». afirma Santiago.
En cuanto empezaron los combates, la gente empezó a abandonar las zonas rurales. En la zona donde está nuestra escuela no queda nadie», añade.
La gente tiene miedo de que el ELN llegue a su región porque se sabe que ha masacrado a civiles.