A tres días de los comicios presidenciales ecuatorianos, los candidatos presidenciales, incluidos los favoritos, el actual presidente, Daniel Noboa, y la correísta Luisa González, cerraron sus campañas. La recta final de los comicios ha estado marcada por la crisis de violencia y la confrontación política. En paralelo, más de 6.000 presos sin sentencia comenzaron a emitir su voto.

Ecuador experimentó este jueves 6 de febrero el último día de campaña de uno de los procesos electorales más complejos en la historia del país.

El jueves marcó el cierre de las campañas políticas de los 16 candidatos presidenciales que buscarán ser elegidos por el pueblo ecuatoriano el 9 de febrero.

Daniel Noboa, actual presidente, y Luisa González, aspirante del correísmo, llegan a los comicios como los favoritos, acumulando más del 70% de intención de voto, según encuestas citadas por AP.

En vísperas de lo que se presume como una contienda muy cerrada entre el oficialismo y la oposición izquierdista, Noboa previó una caravana desde la ciudad de Guayaquil – una de las más pobladas y azotadas por la violencia en el país –, que finalizó en Quito, capital del país, para el último mitin político del mandatario antes de las elecciones. La ley electoral ecuatoriana exige silencio electoral desde la medianoche de este jueves.

Por su parte, la apadrinada del movimiento político encabezado por el expresidente Rafael Correa, programó su cierre de campaña también en Guayaquil, donde la Policía local restringió el paso por algunas avenidas céntricas.

El fin de las promesas electorales de ambas figuras se ve envuelto de un panorama político manchado por los altos índices de violencia y la confrontación entre Noboa y su vicepresidenta, Verónica Abad, con la que está enfrentado políticamente desde hace semanas.

Una extendida disputa política

Aunque la ley ecuatoriana exige que las autoridades vigentes que se presenten a una reelección inmediata pidan licencia para realizar su campaña electoral, Noboa ha evadido su obligación debido a su enfrentamiento con Abad, la que tendría que quedar como presidenta sustituta debido a su condición de vicepresidenta.

Sin embargo, el mandatario se mantuvo firme en no pedir licencia hasta el último día de elecciones, cuando solamente le notificó a la secretaria de Administración Pública, Cynthia Gellibert, que le notificara a la Asamblea Nacional que se ausentaría de sus actividades presidenciales hasta la medianoche, por lo que es Gellibert – nombrada por Noboa como «vicepresidenta encargada» – la que queda a cargo de la Presidencia.

Noboa apunta a la reelección después de haber resultado victorioso en los comicios adelantados en 2023, cuando venció de manera sorpresiva a González. Tras haber concluido el periodo presidencial que dejó vacante Guillermo Lasso, la correísta busca terminar con las aspiraciones de reelección que sostiene el actual jefe de Estado.

6.000 personas privadas de la libertad van a las urnas

Este 6 de febrero, comenzaron, además, las votaciones anticipadas. Los primeros ciudadanos en votar son los reclusos.

Según revelaron autoridades electorales, alrededor de 527 mujeres y 5.691 hombres encarcelados, sin sentencia, emitirán su voto en centros electorales especiales instalados dentro de los penales. El Consejo Nacional Electoral (CNE) confirmó que hay dispuestos 62 centros de votación en 42 prisiones ecuatorianas.

Las autoridades aseguran que los comicios en las cárceles serán vigilados por el Ejército y la Policía, añadiendo que las visitas y el acceso de los medios de comunicación estarán prohibidos.

Las cárceles ecuatorianas han sido uno de los principales focos de violencia en los últimos años, con más de 600 reos asesinados desde 2023.

Quienes sí estarán presentes serán observadores de la Unión Europea y la Organización de Estados Americanos (OEA), quienes vigilarán la transparencia del proceso.

Al finalizar las votaciones entre los presos, los votos depositados en las urnas serán sellados y resguardados por las autoridades hasta el 9 de febrero, cuando arranque el conteo de votos.

La votación anticipada continuará el viernes con el programa ‘Voto en Casa’, en el que sufragarán desde sus viviendas 662 personas mayores de 50 años y con una discapacidad de al menos el 75 %, que solicitaron previamente ejercer el derecho al voto en su domicilio.

Con AP y EFE

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