El molibdeno es un metal de transición altamente valorado por su resistencia a temperaturas extremas y a la corrosión. Estas cualidades lo convierten en un insumo estratégico para sectores como la construcción, la industria química, la automotriz y la energética.
Su aplicación más destacada se da en la fabricación de aceros inoxidables y de alta resistencia: pequeñas cantidades de molibdeno mejoran la dureza y la capacidad anticorrosiva, lo que los hace indispensables en refinerías, plantas químicas y plataformas offshore. Asimismo, desempeña un rol clave en la hidrodesulfuración, proceso que permite reducir el contenido de azufre en combustibles y, con ello, las emisiones contaminantes. También es fundamental en la producción de catalizadores para la industria petrolera y del gas.
En el ámbito tecnológico, el molibdeno se emplea en filamentos, pantallas LCD, contactos eléctricos y semiconductores. Su elevada conductividad eléctrica y térmica, junto con su resistencia al calor, lo convierte en un material esencial para componentes de precisión.
Producción en el Perú
El Perú ocupa el segundo lugar en el ranking mundial de producción de molibdeno, gracias al crecimiento de la minería del cobre, de la cual se obtiene como subproducto.
Según el U.S. Geological Survey, en 2024 el país produjo 41,000 toneladas métricas finas (TMF), siendo superado solo por China (110,000 TMF). En la región, Chile alcanzó 38,000 TMF, seguido por Estados Unidos (33,000 TMF) y México (17,000 TMF).
A nivel interno, cifras del Boletín Estadístico Minero del Minem (enero-julio 2025) señalan que Tacna lidera la producción con 5,991 TMF, seguida de Arequipa (5,477 TMF), Moquegua (5,197 TMF) y Áncash (2,486 TMF).
En cuanto a empresas, Southern Perú Copper Corporation encabeza la producción con el 37.1% del total, seguida por Sociedad Minera Cerro Verde S.A.A. (24%), Anglo American Quellaveco S.A. (12%) y Antamina (10.9%).