Más de 13 millones de ecuatorianos acudirán a las urnas este domingo 16 de noviembre para decidir, mediante referendo y consulta popular, si se permite el retorno de bases militares extranjeras al país y la convocatoria de una Asamblea Constituyente. La cita se desarrolla en medio de una ola de violencia sin precedentes vinculada al narcotráfico.
Una de las preguntas propone derogar el artículo 5 de la Constitución de 2008, que prohíbe bases extranjeras en territorio nacional. Esa disposición obligó en 2009 la salida de Estados Unidos de la base de Manta, donde operaba contra el narcotráfico. Otras preguntas abordan la reducción de legisladores, la eliminación del financiamiento estatal a partidos y la convocatoria de una Constituyente para reemplazar la Carta Magna impulsada por Rafael Correa.
Washington sigue de cerca la consulta: el secretario de Estado Marco Rubio y la titular de Seguridad Nacional Kristi Noem han expresado interés en recuperar presencia militar en el Pacífico suramericano, al considerarlo un punto estratégico para enfrentar el “narcoterrorismo” y la pesca ilegal.
Las encuestas muestran un electorado dividido: un sondeo de Cedatos otorga un 53 % al “Sí” para el retorno de las bases, mientras que Clima Social registra un 43 % de rechazo. Los indecisos, alrededor del 15 %, podrían definir el resultado.
El presidente Daniel Noboa, recién reelegido para el periodo 2025-2029, defiende la apertura de una Asamblea Constituyente como vía para modernizar el Estado y atraer inversión extranjera. En contraste, el correísmo y la Conaie advierten que el regreso de tropas extranjeras afectaría la soberanía nacional sin resolver la crisis de seguridad.
Ecuador atraviesa el momento más violento de su historia: entre enero y octubre de 2025 se registraron 7.439 asesinatos, y las proyecciones indican que el año cerrará con una tasa de 50 homicidios por cada 100.000 habitantes, la más alta de América Latina.
Con información de EFE, AP y medios locales.