La migración ha sido protagonista este 2024 en suelo europeo. La incontenible llegada de migrantes ha marcado, además, la arena electoral, poniendo la balanza a favor de políticas más restrictivas impulsadas por la derecha y la extrema derecha. Italia, Reino Unido o Alemania han puesto a prueba medidas polémicas, pero con resultados exiguos. ¿Qué pasará en la UE? Es el tema de El Debate.

La política migratoria se mantuvo todo 2024 como un punto central de la agenda de los países de la Unión Europea. A la adopción del controvertido pacto migratorio y de asilo, le siguieron medidas nacionales para aumentar las tasas de deportación o desincentivar la llegada de los migrantes.

En todo el continente, las ideas nacionalistas contrarias a la inmigración han ido ganando terreno y se fortalecieron con el ascenso de fuerzas de derecha en las legislativas europeas.

Incluso, inspirados en un modelo de la italiana Giorgia Meloni, los líderes del bloque, que mostró un giro durante el año hacia la derecha y extrema derecha, han llegado a debatir cómo aumentar las devoluciones de migrantes a través de la creación de centros de deportación fuera de la UE,

La idea de estos centros no es nueva y, justamente, el Gobierno de la ultraderechista Meloni concretó a finales de este año a un acuerdo con Albania en ese sentido. Sin embargo, este se vio frustrado por varios fallos judiciales que incluso ordenaron el retorno de migrantes que habían sido trasladados a esa nación.

Centros para tramitar deportaciones

Las medidas para reducir el flujo migratorio han sido promovidas desde los máximos líderes del bloque.

En octubre, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, envió una carta a los países del bloque en la que instó a «seguir explorando» el impulso de los centros de retorno fuera de la UE, poniendo como ejemplo el acuerdo entre Italia y Albania.

Von der Leyen además recordó la importancia de acelerar la aplicación del pacto migratorio y de promover asociaciones con terceros países.

Pacto Migratorio y de Asilo

La jefa de la Comisión Europea se refirió así al pacto que pretende gestionar la migración de manera ordenada y previsible.

La cuestión es que su implementación se ha ido frenando porque países como Francia creen que falta una piedra angular que haga más efectivos los retornos.

Es que, si bien hay líneas generales de aplicación, cada país debe adaptarlo a su legislación nacional.

La migración no se detiene

Según la Agencia Europea de Fronteras (Frontex) entre enero y septiembre de 2024 se reportaron 166.000 cruces fronterizos por vías irregulares en la UE, un descenso del 42% en comparación con el mismo periodo del año pasado.

En la ruta de los Balcanes occidentales y del Mediterráneo se registró la mayor caída de llegadas, con una caída del 79 y un 64 % respectivamente.

Sin embargo, se dispararon un 100% de las interceptaciones en la ruta de las islas Canarias y el mayor aumento de toda la UE se notificó en la frontera oriental de la UE, con un incremento del 192% en las intercepciones y un total de 13.195 casos.

Por su parte, la tasa de expulsiones de personas que han recibido una orden de abandonar la UE por no tener derecho a solicitar protección internacional está prácticamente estancada desde hace años en torno al 20 % según la Comisión Europea.

En 2023, unos 83.400 ciudadanos extranjeros fueron expulsados a un país fuera de la UE, es decir, el 19% de todas las decisiones de devolución emitidas durante el año, frente al 17 % en 2022.

¿Qué balance deja para la migración este 2024?¿Qué puede pasar en 2025, cuando justo crisis como la de Siria dejan a muchas personas sin un lugar seguro a dónde ir? Para analizar el tema, participan en El Debate dos invitados:

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