El plan de paz propuesto por Estados Unidos para Gaza obtuvo este 17 de noviembre un espaldarazo decisivo: el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó, por 13 votos a favor y las abstenciones de China y Rusia, la creación de una fuerza internacional de estabilización en el devastado enclave, uno de los puntos centrales de la iniciativa estadounidense de 20 pasos. La resolución era un requisito indispensable para asegurar la participación de varios países árabes, que habían condicionado su respaldo al aval del máximo órgano de seguridad global.
Aunque Rusia había presentado una propuesta alternativa, decidió no ejercer su poder de veto, permitiendo que la medida avanzara. Sin embargo, el impulso inicial se vio rápidamente frenado por el rechazo de Hamás, que acusó al plan de sustituir la ocupación israelí por una “tutela extranjera”.
En un comunicado, el grupo afirmó que asignar tareas como la desmilitarización de Gaza a una fuerza internacional “le resta neutralidad y la convierte en parte del conflicto a favor de la ocupación”.
Pese a ello, varias naciones árabes y musulmanas habían manifestado su disposición a integrar el contingente internacional, siempre y cuando contara con respaldo formal del Consejo de Seguridad.
Tras la votación, el presidente estadounidense Donald Trump celebró la aprobación en su red Truth Social, donde calificó la resolución como “uno de los mayores respaldos en la historia de la ONU” y destacó que la futura Junta de la Paz, que él presidirá, contará con “líderes poderosos y respetados” para impulsar una nueva arquitectura de seguridad global.
El plan de EE. UU. contempla que la fuerza internacional asuma un mandato amplio, que incluye la supervisión de fronteras, la seguridad interna y la desmilitarización del territorio. Además, establece la creación de una Junta de Paz encabezada por Trump como autoridad transitoria hasta la transferencia de la administración a manos palestinas. Tanto la Junta como la fuerza de estabilización tendrían un mandato limitado hasta 2027, cuando Gaza pasaría a ser gobernada por una autoridad palestina renovada.
Negociaciones y puntos críticos
La resolución llega tras dos semanas de intensas gestiones diplomáticas, durante las cuales los países árabes presionaron a Washington para incorporar el principio de autodeterminación palestina.
“El texto aprobado hoy representa un paso significativo hacia una Gaza estable y un entorno seguro para Israel”, afirmó el representante estadounidense ante la ONU, Mike Waltz. Estados Unidos aceptó incluir un lenguaje que deja abierta la posibilidad de un Estado palestino independiente, condicionado a la reconstrucción de Gaza y a la reforma de la Autoridad Nacional Palestina.
No obstante, el documento no fija plazos ni garantías para la creación del Estado, y la oposición del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu —presionado por los sectores más duros de su coalición— sigue bloqueando cualquier avance hacia la solución de dos Estados.
El secretario general de la ONU, António Guterres, calificó la resolución como “un paso importante para consolidar el alto el fuego”, aunque advirtió que ahora es necesario “traducir el impulso diplomático en acciones concretas y urgentes sobre el terreno”.
Con información de Reuters, AP y EFE.