La exprimera dama peruana Nadine Heredia ingresó la madrugada del 15 de abril a la embajada de Brasil en Lima para solicitar asilo diplomático, horas después de haber sido condenada a 15 años de prisión por lavado de activos, en un caso vinculado al financiamiento irregular de campañas electorales con aportes de Odebrecht y del gobierno venezolano. Ese mismo día, la cancillería brasileña notificó oficialmente al Gobierno peruano que concedía asilo a Heredia y a su hijo menor, amparándose en la Convención sobre Asilo Diplomático de 1954.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil argumentó que la decisión respondía a razones humanitarias: la ex primera dama se recuperaba de una cirugía compleja de columna y estaba acompañada por un menor de edad. El Perú otorgó el salvoconducto solicitado, permitiendo que Heredia abandonara el país sin intervención de las autoridades judiciales.
Durante meses, la operación de traslado se mantuvo en reserva. Sin embargo, una solicitud de acceso a la información presentada por el diputado Marcel Van Hattem obligó al Ministerio de Defensa de Brasil a entregar documentos oficiales que detallan cómo se ejecutó el operativo.
La operación de Lula por Nadine Heredia
Por instrucción directa del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, una aeronave de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) despegó de Brasilia a las 22:45 del 15 de abril rumbo a Lima. El avión —modelo E-135 Shuttle (VC-99C, matrícula FAB 2560)— llevaba a bordo a seis tripulantes: tres pilotos, un mecánico y dos comisarios. Tras una escala técnica en Cuiabá, aterrizó en el aeropuerto Jorge Chávez a las 2:45 del 16 de abril.
Heredia y su hijo embarcaron de inmediato. El avión militar partió de Lima a las 4:20 y llegó a Brasilia a las 11:40 de ese mismo día.
Los documentos oficiales revelan que la operación tuvo un costo total de 345.013,56 reales (aprox. US$ 64 mil o S/ 217 mil).
Los principales rubros fueron:
Gastos logísticos y de operación: 318.019,20 reales (aprox. US$ 59 mil / S/ 200 mil)
Viáticos de la tripulación: 7.547,62 reales (aprox. US$ 1.400 / S/ 4.760)
Tasas aeroportuarias: 19.456,74 reales (aprox. US$ 3 mil / S/ 12 mil)
Reacciones y controversia
La ONG Transparencia Internacional calificó el episodio como “una de las deshonras que el pueblo brasileño no merecía”, reprochando que la FAB actuara como “piloto de fuga” para una persona condenada por corrupción.
La revelación de los costos generó críticas en el Congreso y en la opinión pública brasileña. El diputado Van Hattem, impulsor de la solicitud de información, afirmó: “Es surrealista el apoyo de Lula a criminales internacionales con nuestro dinero”.
Actualmente, Nadine Heredia permanece en Brasil bajo protección de asilo diplomático. Su defensa ha presentado recursos ante la Corte Suprema para impedir cualquier intento de extradición, en un caso que continúa generando tensiones políticas y debate sobre el alcance del asilo y el uso de fondos públicos en operativos de esta naturaleza.